En conocimiento de ti
Basado en hecho reales
I.
Las lombrices no tenían idea de a dónde las llevaban.
De pronto todas habían sido esposadas
y les habían colocado terribles bozales
a cada una en sus bocas.
A algunas las habían sorprendido
fumando a la sombra de algún árbol.
A otras haciendo el amor tranquilamente
en sus casas o simplemente volviendo de sus trabajos.
Algo les habían advertido, algo habían escuchado.
Pero en la Europa de ese tiempo
casi no había lugar para reflexionar sobre el futuro de la lombriz.
Nada parecía que iba a cambiar nunca.
Desde el Cámbrico todo había venido siendo rutinario:
se vivía y moría
como si se sirviera el desayuno
y luego sólo se lavaran los platos al terminar.
Señora Lombriz había anudado fuertemente su cola a la cola de sus lombricitas
y no había parado de cantarles en voz baja
desde que ella y su familia fueron subidos a las patrullas
y luego arrojados al fondo de un enorme barco de madera podrida
que había sido aparcado en la playa.
Y es que las lombrices no sabían nada sobre las mareas.
Sólo poseían el rumor de sus primas, las aventureras lombrices del mar
que vivían asentadas en pueblos en aguas poco profundas
y las cuales hablaban de las olas
como los seres terrestres hablaron de las estrellas por milenios:
como un reino más allá de las lombrices
en donde vivían los Dioses.
Pero ahora todas ellas eran arrastradas por la fuerza a lo largo del desierto marino
y nadie respondía a sus clamores.
II.
Así que Señor Araña Lobo no entendía a dónde lo había llevado su meditación.
Esa noche había alcanzado la cima de una montaña.
Y aunque no había olvidado ni un segundo la tragedia que le había ocurrido a su gente
ni mucho menos lo que él había hecho,
desde hace algún tiempo había concluido que si existía una salida
o una respuesta a la situación,
esta se encontraba dentro de sí.
Araña lobo venía de un futuro en donde el calentamiento global
se había encendido con tal entusiasmo
que el verano se había vuelto permanente.
Esto se tradujo en que la temporada de apareamiento de las arañas lobo
se había estirado sin límites.
Hecho que devino en un crecimiento desproporcionado de la población de arañas lobo, cuyo ciclo normal había sido roto violentamente
y ahora no sabían cómo actuar.
2 cosas fueron las que pasaron:
Uno, las arañas lobo aumentaron de tamaño.
Por lo menos al doble.
Y segundo,
se volvieron caníbales.
Ocasionalmente una araña lobo se comía de 2 a 3 arañas de su misma especie
en toda su vida.
Era una ocasión excepcional que se respetaba y se celebraba.
Cuando se sabía de algún vecino araña que había sido devorado por su esposa en la cópula,
el resto de las arañas procedían a cerrar sus 8 ojos y dedicaban una oración a la Tierra.
Luego se sucedían una serie de fiestas barriales
en donde los vecinos se regalaban comida y licor unos a otros,
y una de las paredes del pueblo era donada a los niños araña
quienes podían pintarla libremente.
Pero tras el aumento descontrolado del ritual tradicional del canibalismo
las costumbres fueron desapareciendo.
Después de algunos años ya nadie rezaba ni regalaba nada cuando se sabía que una araña había sido devorada por otra.
El sagrado ritual de las arañas que habían sido devoradas en la cópula cayó en el olvido.
Y fue así como las arañas terminaron por aglutinarse en una nueva especie de no-comunidad,
una cada vez más numerosa, pero al mismo tiempo menos unida.
Las arañas terminaron viviendo cada una preocupadas sólo por sí mismas.
Y devorando cuantas parejas sexuales y crías les cupieran en el estómago.
Araña Lobo era una de las pocas de su especie
que un día se había preguntado si todo eso estaba bien.
Comerse a todo esos arañitos bebé sin más.
¿Realmente se antojaban?
Es por eso que había abandonado la capital de las arañas.
Es por eso que se había ido a tejer mandalas a las montañas.
Para escuchar el viento
y alimentarse exclusivamente de moscas salvajes
y ya no más, procesadas.
III.
Mamá lombriz abrazaba a sus lombricitas en medio de la oscuridad y la madera putrefacta cantando en trance las canciones ancestrales para arrullar.
Cuando de pronto, sintió cómo los gemidos de las lombrices se silenciaron,
como si se girara a la izquierda la perilla del volumen de un aparato.
Mamá lombriz notó una presencia gigantesca y pesada detrás de sí,
y luego todas las lombrices del barco se fueron borrando hasta desparecer
como si estuvieran hechas de arena y las hubiéramos soplado.
Mama Lombriz volteó lentamente
y entonces miró ante ella un gigantesco ser de ocho ojos
y colmillos tan grandes como el cuerpo de cada una de sus crías.
Y supo que aquello era Dios.
IV.
Araña Lobo había practicado la meditación y la proyección astral en la soledad de la montaña por años.
Y desde las alturas de su cabaña podía ver la Ciudad de las Arañas
que cada día se agigantaba más.
A las orillas de la ciudad las granjas de chapulines y escarabajos emitían humos las 24 horas,
los cuales ocultaban el paradero de la montaña y la cabaña de Araña Lobo,
quien a su retiro sólo había llevado consigo un costal de lombriz en polvo
procedente de dicha industria.
En la montaña Araña Lobo se la pasó meditando a la espera de respuestas.
Y a muy pocas horas de que la mancha urbana alcanzara su morada
y quebrara su soledad
Araña Lobo logró un avance tangible:
Meditando en posición del loto en el piso de azulejos de su baño
un poderoso viaje astral la llevó hasta un oscuro barco de madera
en medio del océano
que habitaba una lombriz.
V.
Una bandera ondeaba en medio de la noche en la punta del barco que cruzaba la oscuridad del océano atlántico: En ella estaba bordado el siguiente mensaje:
“En los Estados Unidos, la mayoría de las lombrices de tierra que encontrarás ahí son en realidad europeas. Son mejores para competir por los nutrientes. Así que se han apoderado del suelo en América del Norte desde que los europeos los cruzaron por el Atlántico en el siglo XVI. Eso no es algo que puedas quitar. Están allí para siempre.
La Ciudad de las Arañas Lobo comenzó con el colonialismo y la esclavitud generalizadas; es una historia de cómo las arañas tratan el medio ambiente y cómo las arañas se tratan entre sí”
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Y luego un enorme rayo cayó sobre la bandera.
VI.
Y ahora reiniciamos el poema:
En conocimiento de ti!
Basado en deshechos reales!!
— Lalalalalala!
— Namasté!
— Aleluya!
— Al-ḥamdu lillāh!
—¿Quién eres tú?
— Yo soy tu lombriz y a ti me rindo. Devora a mis hijos y devórame a mí. Libéranos de esta prisión oh señor poderoso.
— No entiendo... siempre presentí que el Nirvana sería como una telaraña infinita de luz que nos conecta y atraviesa a todos, y cuyo centro estaría en todos lados y en ninguno... nunca pensé que sería como un siniestro barco de madera podrida navegando a la deriva en una noche oscura... pero, ¿y si la realidad última se reduce a esto? ¿Dónde estoy?
Mamá Lombriz y Araña Lobo no podían comunicarse realmente debido a las diferencias en sus aparatos fonadores,
pero algo que residía en la madera putrefacta del navío les permitía insinuarse cosas
— La vida me ha dejado sola con mis hijos en medio de la más terrible oscuridad...Pero ahora estás tú aquí. Y yo sólo quiero que destruyas mi alma para que nunca más vuelva a pensar en mi pueblo aniquilado — inquirió mamá lombriz mientras respiraba con todo su cuerpo el barro del barco vacío.
— Es injusto tener que vivir la iluminación como una cita con mi merienda. Jamás presté atención a quien yo era, para poder recibir un conocimiento elevado. ¿Y ahora mi recompensa es este pequeños ser que podría moler con el más superfluo de mis pensares? Es injusto — señaló Araña Lobo, quién flotaba en el aire y movía como resortes sus peludas patas.
— Nunca seré feliz. Nunca podré vivir en paz porque ahora veo cómo una cadena me atraviesa el corazón y llega hasta cada uno de mis frutos para someter a todos mis bebés y a los bebés de mis bebés… Mi único consuelo es que destruyan mi alma. Ten piedad de mí oh gran Diosa Araña — clamó Mamá Lombriz.
— Lo más terrible no fue cuando observé a la Ciudad entrar orinando en mi cabaña por las ventanas y por los espejos, como si hubiera sido invitada, hasta plagar mi fuego y mi agua. Lo más terrible fue notar como las voces que me pedían inflar más y más la Ciudad, eran mi propia voz triste y amplificada — dijo Araña Lobo.
— Las niñas deben sobrevivir. Y de mí vida me basta con que se cante una línea de mi canción — suspiró Mamá Lombriz.
Mientras el artrópodo y la anélida conversaban, una telaraña de truenos se había formado en el oscuro cielo bajo el cual avanzaba el barco; y el fuego que encendió la bandera bordada comenzó a descender por el mástil como un escupitajo escurriendo desde las estrellas.
— Tengo mucho miedo de que nada cambie nunca, de que la Ciudad siga creciendo hasta penetrar los mares, enterrarse bajo tierra, y luego subrayar todos los tránsitos del cielo y de los astros. Tengo miedo de que este bucle jamás colapse y sólo desove en catástrofes infinitas unas detrás de otras, interconectadas. Bucles engullendo bucles hasta vomitar. Arañas masticando buches de arañas una tras otra sin llegar nunca a la satisfacción — dijo la monje con los 8 ojos llenos de lágrimas.
— Tengo mucho miedo de que en el otro mundo a mi alma también la esclavicen. Que sea tan poco valiosa y destructible y que nos olviden como lombrices y nos condenen a ser alimento, grasa, desinfectante, combustible, aceite líquido para limpiar y desinfectar urnas. Tengo miedo de que una semillita enorme y diminuta que guardaba dentro de mí y de mis madres y mis abuelas, se pulverice y no morir y no morir y no morir. Quiero morir, quiero morirme, quiero que mis hijos se mueran, y mis nietos y mis billonietos. Quiero morir y nutrir a la tierra mamá. Quiero ser mierda mamá, mamá — lloró desconsolada Mamá Lombriz.
Y en ese momento el fuego y el humo negro penetraron el interior del buque.
Saltaban las llamas como exorcistas en éxtasis dentro del barco de madera,
y los navegantes y sus capitanes se arrojaban aterrados hacia el mar
mientras que las lombrices secuestradas, que habían reaparecido de entre los humos, permanecían adentro.
Todas las lombrices ardían.
Todas las lombrices de todo el universo y todos los tiempos ardieron en ese momento.
Salí a mí jardín y vi que las lombrices estaban ardiendo.
Ellas ardían.
Y ardía el nitrógeno, el fósforo, el potasio, el calcio y el magnesio.
Ardían los cadáveres en las fosas y en los cementerios.
En el desierto.
En los animales atropellados.
Y en las manos de las niñas que hacen pasteles de lodo y hojas.
Entonces el cielo de telaraña de truenos descendió en forma de red y tomó el barco entre sus rayos.
Lo pescó con sus anzuelos.
Entonces el cielo de telaraña tomó el buque y lo levantó
y no sin esfuerzo lo destruyó en el cielo,
dejando al rebaño de lombrices desnudas en el mar
con su fuego tan querido.
Tan amado.
En el mar, Mamá lombriz nadaba mientras retenía entre su cola la cola de sus lombricitas.
Los sostenía fuertemente.
Y parada sobre una ola del mar
Araña Lobo miraba extasiada a las infinitas lombrices ardiendo
que flotaban en el mar de saliva salada mientras llovía
y caían rayos de telaraña trueno.
Y en la mente de Araña Lobo entonces hubo una chispa también.
Y en 8 sus ojos y en sus 8 quelíceros y en sus 8 pedipalpos y en su opositoma
de pronto pudo ver cómo el alma de Mamá Lombriz no se destruía ni se pulverizaba
sino que se hacía mierda.
Mierda.
Mierda.
Mierda.
Mierda bonita como la que las lombrices generan devorando cáscaras y huesos de seres aniquilados,
reducidos a nada,
reducidos a todo,
reducidos a abono.
Mierda bonita como los fósiles de las medusas y los trilobites que se pudrieron a las orillas de los continentes
cuando el oxígeno fue una novedad y se extinguieron muchos. Muchísimos.
Mierda bonita como la de las millones de lombrices ardientes que poblaron los continentes con el paso del tiempo.
Del tiempo. Y los pedipalpos.
Mierda perfecta y galáctica de lombriz nutriendo lo suelos de los jardines artificiales de la ciudad Loco Lobo de Araña 2093.
Arachne arachnes lupus.
Araña lobo de la araña
Araña Lobo lo había entendido de pronto:
Y parpadeando como un glitch embelesado
corrió con sus 8 brazos golpeando la espuma de las olas
y llegó hasta donde se encontraba Mamá Lombriz junto con sus lombricitas
envueltos en llamas
y comenzó a tejer en torno a ellos.
Araña Lobo miró con sus 8 ojos a sus lombrices y vio cómo tragaban fuego.
Lo movilizaban por el tracto digestivo.
La mierda que las lombrices expelían acrecentaba la fuerza de Araña Lobo
y ponía a retorcerse de placer y dolor a los truenos del cielo
hasta que estos súbitamente se detuvieron
y se pudo ver claramente que estos eran raíces.
Vermicompestaje de sedimentos marinos y espirituales.
Araña Lobo miró al cuerpo de las lombrices que estaba a punto de devorar.
Aunque eran pequeñas eran herederas y depositarias de una energía deliciosa y sin fin.
Araña Lobo introdujo a Mamá Lombriz y a sus lombricitas en su boca
y les introdujo veneno para paralizarlas.
Araña Lobo regurgitó jugos gástricos dentro de ellas y empezó una digestión externa.
Araña lobo disolvió el cuerpo húmedo de sus presas
y sorbio la papilla blancuzca restante.
Entonces de las raíces de la atmósfera surgieron los tallos
y luego las hojas, y los ovarios y las yemas de la flor.
Una flor polinizada que cuajó hasta convertirse en fruta,
nutrida de minerales y glucosa de estrellas e inframundos.
Y de un momento a otro la fruta cayó sobre el mar,
separada de su madre a efecto de cambios en la concentración de hormonas estelares.
Y al caer sobre sobre el agua y el lecho marino calientito
levantó por los cielos y por el espacio marejadas de umbrales.
Salpicones, terrones y detritos microplásticos.
Hasta empapar todas las consciencias
y los monitores.
Las semillas entre las comas
y el wifi entre las palabras
Las manos sobre el teclado
y los besos en la oscuridad de la sala de chat.
Los chapopotes de sangre fértil en los cerros
Y los blancos lagrimones en las carreteras.
Y los ojitos del recién nacido
y los de la fallecida
y los de la no/nacida.
Y la sombras sobre tu cara.
y las caras de tus sombras.
Y las drogas descubiertas y dejadas.
Y el arcoíris huyendo de los ojos
Y los poros y esporas y estomas sudadas
de los seres de la tierra en la sala de juegos de espera.
Y el engrudo de los eslabones perdidos y ganados.
Y las eras geológicas en su reencuentro del aniversario cero
de saludo y despedida.
Y el eclipse total de Univierso
que son las garras pintadas del amor.
Una boca masticó la carne.
Y Araña Lobo despertó en su cuarto.
VII.
En conocimiento de nosotros
Entonces prendí mi celular y vi un documental:
*
Las arañas lobos tienen un muy buen sentido del tacto.
Lo que les permite trabajar con todos sus sentidos juntos.
Aunque también le es posible tirar los sentidos
cuando se convierten en monjes.
Se encuentran a menudo viviendo en pastizales, campos
y en tierra firme
Así como alrededor de las costas.
No hay lugar donde no puedan vivir.
Incluso en departamentos duplex y en hamacas y hostales.
Tienen un abdomen flexible y pueden comer mucha comida cuando tienen
la oportunidad.
Sin embargo, también ralentizan su metabolismo cuando la comida escasea
o pueden robarla de supermercados.
Se conoce, además, que son capaces de correr distancias cortas sobre el agua, una técnica que emplean frecuentemente
para huir de sus depredadores.
No producen teleraña.
Pero la voluntad de la poesía es capaz de hacer milagros.
Sus ojos, al igual que los de los gatos son capaces de reflejar la luz en la oscuridad-
*
Las lombrices tienen un comportamiento social único y utilizan el tacto para comunicarse e influir en la conducta de los demás
Al comunicarse así, las lombrices pueden decidir de forma colectiva
si viajan en la misma dirección
como parte de un solo rebaño.
Fuera de la tierra son capaces de formar un ovillo compacto.
Un puño de lombrices.
Agruparse así les ayuda a protegerse a sí mismas
en las noches en que salen a vagar y las pueden golpear los policías
u otro tipo de asaltantes.
Cada lombriz secreta proteínas y fluidos con propiedades que las protegen de los patógenos de la tierra y de las calles.
Al reunirse en grupos
pueden incrementar la cantidad de fluidos que los cubren
y por lo tanto
estar mejor protegidas.
8
¿Qué es lo que ves aquí?:
8'8'8'8'3'
a) Los ochos ojos de una Araña Lobo llorando de felicidad después de hacer popó
b) 5 infinitos marchando militarmente, fusil en mano. Pero uno de ellos rompe filas y se da a la fuga.
c) 4 lombrices enredadas saliendo de la tierra. Y una de ellas que está a punto de desatarse del manojo y perderse en el mundo oscuro para siempre.
d) Números de Pi, rociados con sal que los hace retorcerse.
e) Un bucle que se desparrama y causa una catástrofe y con ello, un nuevo mundo.
f) La pieza sonora clásica de John Cage aumentada al infinito.
g) Un grupo de amigos en el atardecer caminando hacia la cámara, reflejados sobre un charco, y a su lado, la pata de un monstruo que se aproxima para a devorarlos.
h) 5 cadenas de ADN sacando chispas, pero una de ellas posee una mutación que cambiará las relaciones del universo y sus seres para siempre.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX) Mi corazón reventando por siempre en conocimiento de ti.